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Dos bandejas para unos bebés

Holaaaa!!

Esta semana entregué estos dos trabajos. 

Una seguidora se puso, de nuevo, en contacto conmigo porque quería encargar el regalo para el bebé de un compañero. 

Casi a la vez, su hijo también me hizo un encargo. 

A los dos les gustó la idea de regalar una bandejas para poder poner las cosas del aseo, o los pañales, o la ropita para el día siguiente.  

Y así las hice:





Después de lo largas que han sido las entradas anteriores, hoy no voy a enrollarme mucho (si no, cualquier día... ¡ vais a salir pitando!!).


Estas bandejas están hechas siguiendo unos pasos muy sencillos.


Vamos primero con la azul:

Antes de empezar a pintar, he lijado la madera un poquitito porque aunque vienen muy bien terminadas, hay que suavizar algunas aristas.

Después, he pintado toda la superficie con una mano de pintura acrílica blanca por toda la superficie y de "azul bebé" solo en las cuatro caras exteriores. Está terminada con un barniz mate.

En el interior, como es para un bebé, corté una lámina de cartón pluma (porque lo tenía en casa), le puse guata y la forré con una tela de lacitos azul que le iba estupendamente. Se me ocurrió que si va a ser para un bebé queda más preparada con el fondo de tela.








Como la bandeja viene troquelada, hice una banda con la misma tela de lacitos y la introduje entre las ranuras.







Para unir los dos extremos utilicé una estrella de madera que pinté de un azul más intenso y a la que le puse un líquido, que se llama Glossi Acent muy usado en Scrap. Me gusta mucho para estas cosas: le da volumen y brillo que, en este caso, contrasta con el mate del acabado.








Acabé la bandeja pintando las letras de madera que forma su nombre de la misma forma de que estrella: con ese azul y el glossi.




Para la que hice en color topo también he lijado la madera para suavizar algunas aristas y los recovecos de los corazones.

En ésta he utilizado las pinturas a la tiza de la marca Fleur en dos tonos que me gustan mucho y que ya usé, por ejemplo, en este mueble: "James Taupe" para el exterior y "Taupe sophistication" (bastante rebajado con blanco de la misma marca) para las caras interiores y el interior de los troqueles.



Igual que para la bandeja de Lucca, forré una lámina de cartón (normal esta vez) con guata y este retalito de tela que me encantó nada más verlo: vacas, patos, cerditos... todo escenas de una granja.


El acabado de esta pieza lo hice con cera y desgastando bastante la superficie.





  Si fueran para mí, las utilizaría para dejar preparada la ropita del día siguiente.





Y con este trabajo participo de nuevo en el Finde Frugal de Marcela Cavaglieri
Cada fin de semana nos invita a mostrar lo que hacemos y seguir aprendiendo con los trabajos que participan.
¡Pásate a verlos!





Como siempre, si te ha gustado este trabajo, puedes dejar un comentario.
Si quieres más información puedes ponerte en contacto conmigo.
Y, si lo consideras oportuno, puedes hacer clic en G+1 para que este blog sea un poco más visible. ¡Gracias!


La caja de Luz

Hola!!

Recupero este trabajo para participar el en reto del blog de mi amiga Guadalupe  Recicoracion.

Pinchando sobre la imagen podrás ver todos los trabajos que un buen puñao de artesanas van a presentar para participar el este gran reto mensual.




Además, voy a aprovechar para para colarme una vez más en casa de Marcela Cavaglieri 
Entra tú también para echar un vistazo a otros tantos trabajos llenos de imaginación y creatividad.





Así os presentaba este trabajo:


Os enseño en qué anduve metida el finde.

Hace unas semanas Luz me trajo la caja de madera en la que ella llevaba a la escuela la pluma, el tintero y el cuaderno.

Quería que la pintara y le pusiera algún papel bonito pero cuando me dijo que formaba parte de su infancia me empeñé en recuperar la madera a toda costa para que quedara como cuando Luz era pequeña. 

A ella no le importaba si la pintaba pero como soy un pelín cabezota pues... en madera quedó.



Os cuento un poco lo que hice y luego os enseño el antes y el después. Del proceso, para variar, no tengo casi fotos porque es que... me pongo y....... ¡no me acuerdo de hacerlas!!!!!!!! 
¡Lo sientoooooo!! 

Pero os cuento todo lo que hice.

Primero la limpié bien con agua templada y jabón neutro para quitarle "lo gordo". 

Después le dí un buen repaso con lejía para conseguir blanquear un poco los manchones (otro día probaré con agua oxigenada que creo que también blanquea la madera). Esto lo hice un par de veces.

Más tarde le apliqué decapante para quitar los restos que pudiera tener de barniz y volví a limpiarla con agua y jabón. 

Cuando se secó completamente, lijé como si no hubiera mañana, pero.... suavemente, y así le fui quitando lo que el decapante no pudo quitar.


 


Yo quería dejar el interior también en madera natural, pero no conseguía atenuar las manchas de tinta (no quería quitarlas del todo para que no perdiera su historia). Entonces, ya a media tarde recordé que quería la caja para guardar una ropita de bebé y me rendí. Así que opté por salir a comprar una tela para darle otro acabado... 

Antes de irme le apliqué un tinte castaño y la dejé secando. 

Cuando llegué de comprar la tela, ya estaba seca así que pasé el esparto sobre toda la superficie y empecé a darle cera, para hidratar la pobre madera, hasta que no le entraba más. 



Dí más cera y pulí más cera que el alumno del Sr. Miyagi... el maestro de la peli Kárate Kid... cuando le propone como entrenamiento lavar un montón de coches usando dos esponjas: una para dar cera y la otra para pulir cera...  Pues yo lo mismo ¡un montonazo de veces!! ¡No podéis imaginar que suave está!

    


El domingo entelé el interior como hice en su día con el baúl.

Y... ya no me enrollo más. 

Aquí os dejo con 


EL ANTES                                  Y                               EL DESPUÉS











Y con unas cuantas fotos más. 




 







¡Pues esto es todo!!

¡A Luz le ha gustado muchísimo!! 

Así que yo... 



Un besitoooooooo

El baúl de la Piquer


"La expresión «viaja más que el baúl de la Piquer» fue toda una definición de principios en una España anclada sobre sus propios pies: suponía curiosidad, aventura, modernidad, éxito... En una época en que la mayoría de los artistas -«cómicos», «cupletistas»... se decía entonces- viajaban en la tercera clase de ferrocarril y paraban en pensiones provincianas de mala muerte, Concha Piquer se anticipó en más de setenta años a Penélope Cruz y triunfaba en Hollywood, como otros españoles adelantados a su época: José López Rubio, Jardiel Poncela..." 

Extracto del diario ABC de fecha 17/12/2001 con motivo de la inauguración de la Casa Museo de Concha Piquer, en Valencia.



A principios del XIX el viajero se ausentaba largas temporadas de su casa. Por eso, su equipaje estaba diseñado para poder moverse con sus pertenencias de una forma cómoda. Estos bultos se destinaban a usos específicos: baúles para guardar libros, baúles escritorio, baúles roperos... Éstos últimos eran tan duros y elegantes como las piezas de ropa que guardaban en su interior.

En 1853, la Emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, encarga al taller de Louis Vuitton, en París, la fabricación de baúles para el traslado de su indumentaria en los viajes. 

Años más tarde el fabricante inventa el baúl-ropero. Una pieza que, colocada en vertical, se abría por la mitad. En uno de los lados ofrecía un lugar para colgar los trajes y el otro disponía de cajones para guardar ropa más pequeña. Es lo que se va a convertirse en el llamado “mueble de viaje”.


Bueno... pues no me enrollo más. 

Hace más o menos un año me llamó Mamen para decirme que había estado con una colega que tenía un baúl que podía interesarnos. Cuando nos enseñó las fotos, le dije: "Anda, como el de la Piquer!" (de ahí la introducción que explicaba un poco el título de esta entrada)

 

 



Le pedimos que se ocupara de la restauración exterior y lo hizo:

GENIAL (como siempre) PERFECTO! 

Podéis verlo pinchando aquí.

 



Ya en casa empecé a darle vueltas: ¿le pongo tela? ¿sustituyo la tela que tiene por papel? ¿qué tipo de papel? ¿algún modelo vintage? Si pongo tela... ¿pinto las zonas en las que colocar tela es más comprometido?

Tenía toda la cochambre del mundo, así que le quité todo.

 
(Lola mimetizada con la piedra)


Al principio pensé en quitar también la tela del interior e la cajonera pero luego, siguiendo el consejo de Mamen, me dí cuenta que era mejor lavarlo bien con agua caliente y lejía y después pintarlo.

 


Y después de muchas horas de trabajo, muchas, muchísimas... hoy os puedo enseñar el resultado.

Pero antes, Otto os recuerda como estaba cuando llegó a casa...




y así me ha quedado







Lo voy a usar para guardar toda la ropa que tengo de mi abuela y sus hermanas: 
camisones bordados a mano, pololos con puntillas, camisas, encajes, enaguas, un cancán, sábanas... 



Como se ve en la foto anterior, para moverlo sin esfuerzo le he hecho una base con ruedas. Compré dos tableros de DM de la medida de cada parte del baúl y pinté el contorno. Por encima le he puesto unas tiras antideslizantes para que el baúl apoye y no se mueva; y por debajo ruedas para poder desplazarlo cuando quiera porque pesa un quintal!! La mayor parte de baúles que he visto por el Rastro (Madrid) tienen ruedas. Éste no tenía y me daba rabia taladrar la base, después de como lo había dejado Mamen, así que hice estas plataformas.


 



¿Os enseño algunos detalles del interior?



LA ZONA DEL ARMARIO

Todo (los laterales, el suelo, la trasera, el zapatero) está hecho de la misma forma: cartón de 0,4 mm al que he pegado un fino muletón (güata) y he forrado con la tela (por eso tiene este aspecto mullido) Decidí hacerlo así porque pegar la tela al interior del baúl le daba al acabado un aspecto más frío. 

Hice la bolsa en la que, supongo, guardaban la ropa sucia por aquello de reproducir fielmente todos los elementos del baúl original, pero como no va a viajar... pues la hice bastante más pequeña que la original.

ANTES                    DESPUÉS



  

 



LAS PERCHAS

Las lijé suavemente y les di tanta cera como "quisieron".

ANTES                   DESPUÉS

 

 




LA TAPA DEL ARMARIO

El original no lo tenía pero se me ocurrió que podía quedar chulo un espejo aquí. Y así, si alguna vez tiene que ser el armario de un dormitorio, pues ya va completito!! Le he puesto la cadena de una vieja lámpara para que la tapa no se vaya hacia atrás cuando esté abierta.






                          ANTES                                                 DESPUÉS

 




LA CAJONERA

Aquí sí que pegué la tela directamente sobre la madera del baúl teniendo cuidado para que las rayas vayan en la misma línea.

ANTES                     DESPUÉS

 


   
     



LOS CAJONES

ANTES                     DESPUÉS

 


Quité la tela de los cajones con la intención de pintar el interior para no complicarme mucho la vida y me encontré con que el contorno era madera pero la base era de cartón. Como si lo dejaba así no iba a poder usar los cajones sin que se deformara la base, busqué unas sábanas antigüas que tenía en casa y volví a entelarlos. Para reforzar la base hice como en el interior de la parte del armario: forré un cartón con tela y lo acolché con un muletón muy finito.

      


LA PUERTA

He puesto un visillo hecho con un retal de lino que encontré entre tanta tela antigua, que deja entrever el interior.

ANTES                     DESPUÉS

 



LOS CROMADOS

Limpié los cromados, tanto como pude, con agua caliente con vinagre y una lanilla fina hasta que quité la suciedad y el óxido. También les froté con un limpiador de plata.

                                  ANTES                                                                      DESPUÉS




Y ¡ya está!!!
¡Eso es todo!!

¿Os ha gustado el cambio?


Espero vuestros comentarios.